''Nunca hice una “escapadita” ni sola, ni con amigas. Quería hacer esa escapadita. Esa era otra de las ventajas de estar enamorada de este hombre misterioso: que todo sonaba divertido, que siempre tenia grandes planes para nosotros, y que por primera vez yo estaba enamorada de alguien que parecía estar enamorado de mí. No sé describir bien lo que se siente ser correspondida, es una especie de tranquilidad condimentada con mucho miedo, porque parece que algo tan perfecto está todo el tiempo a punto de explotar(...)''
''El MSN terminó siendo adictivo para mí. Al principio solía prestarle más atención a otras cosas que al programita del muñeco verde(...)''
''No podría decir que algo cambió en mi vida cuando lo conocí. Eso sería faltarle el respeto. Él me cambió la vida en todos los aspectos imaginables. De repente tuve ganas de empezar a ser mas amable con la gente, tuve ganas se saber como estaba el que estaba al lado mío, tuve ganas de hacer reír a mi mamá. Cosas que antes nunca hubieran surgido de mí. Él me había infectado con una bacteria misteriosa y yo estaba feliz de tener ese ántrax de felicidad. Él me había contagiado sus ganas de vivir, su amor por la música. De repente ya no tenía mucho miedo de hablar con extraños por la calle. Dejé de agarrarme de mi cartera como si transportara una catarata de monedas de oro, empecé a llevar solo lo indispensable. Como dice él: “cuando te morís, vayas al cielo, al infierno o a la urna o a parar en cenizas al río Paraná, no necesitas nada de lo que llevas en tu cartera. Lo importante lo tenés vos adentro, no te lo pueden robar”.
Y siempre tiene tanta razón, y siempre me tiene enamorada, leyéndolo como si el mismo fuera el Dios que siempre quise conocer. Tanto tiempo esperando morirme para conocerlo, para abrazarlo… tanto tiempo tan equivocada. Él dice que el cielo está en la tierra y es verdad: este es mi cielo, estar con él y escucharlo.Siento que cada vez que chateamos aprendo algo. Maduré más en estos meses que en cientos de días que viví antes de saber que existía. ¿Qué estaba haciendo yo antes con mi vida? ¿ en quien me quería convertir, quien quería ser? Ahora tampoco se quien quiero ser, pero se con quien quiero estar. Con mi Salvador. Con quien, sin querer, me cambió la cabeza.''
''A menudo pienso en mi velorio. No porque quiera morirme, solamente porque quisiera ver las caras de los asistentes. Quisiera ver quienes van, por qué y con qué humor. Quisiera saber si van a llorar o si solamente van a fingir estar tristes. Quisiera ver quienes se llenan los ojos de lágrimas de pelar cebolla y quiénes están ahí dolidos sin saber cómo van a continuar sus días sin mí. Obviamente no voy a poder hacerlo, así que me lo imagino, cada tanto.''
En general mis obsesiones siempre fueron simples, como las de cualquier adolescente: ser buena en la escuela, recibirme con un buen promedio, intentar no disgustar a mis viejos, seguir la palabra de dios, etc. Pero este chico me estaba mostrando una nueva gama de opciones: había otras cosas de qué preocuparse. Y yo me ocupaba de él, en mi cabeza todas mis neuronas gritaban su nombre. Me estaba enamorando y era una de esas veces que el amor duele. Pensaba todo el día en el: qué estará haciendo? Dónde estará? Con qué estará hablando? Incluso visitaba los lugares dónde sabía que había estado. Tenía ganas de frecuentar su mundo, entonces le preguntaba, él me respondía y yo viajaba.''
''El MSN terminó siendo adictivo para mí. Al principio solía prestarle más atención a otras cosas que al programita del muñeco verde(...)''
''No podría decir que algo cambió en mi vida cuando lo conocí. Eso sería faltarle el respeto. Él me cambió la vida en todos los aspectos imaginables. De repente tuve ganas de empezar a ser mas amable con la gente, tuve ganas se saber como estaba el que estaba al lado mío, tuve ganas de hacer reír a mi mamá. Cosas que antes nunca hubieran surgido de mí. Él me había infectado con una bacteria misteriosa y yo estaba feliz de tener ese ántrax de felicidad. Él me había contagiado sus ganas de vivir, su amor por la música. De repente ya no tenía mucho miedo de hablar con extraños por la calle. Dejé de agarrarme de mi cartera como si transportara una catarata de monedas de oro, empecé a llevar solo lo indispensable. Como dice él: “cuando te morís, vayas al cielo, al infierno o a la urna o a parar en cenizas al río Paraná, no necesitas nada de lo que llevas en tu cartera. Lo importante lo tenés vos adentro, no te lo pueden robar”.
Y siempre tiene tanta razón, y siempre me tiene enamorada, leyéndolo como si el mismo fuera el Dios que siempre quise conocer. Tanto tiempo esperando morirme para conocerlo, para abrazarlo… tanto tiempo tan equivocada. Él dice que el cielo está en la tierra y es verdad: este es mi cielo, estar con él y escucharlo.Siento que cada vez que chateamos aprendo algo. Maduré más en estos meses que en cientos de días que viví antes de saber que existía. ¿Qué estaba haciendo yo antes con mi vida? ¿ en quien me quería convertir, quien quería ser? Ahora tampoco se quien quiero ser, pero se con quien quiero estar. Con mi Salvador. Con quien, sin querer, me cambió la cabeza.''
''A menudo pienso en mi velorio. No porque quiera morirme, solamente porque quisiera ver las caras de los asistentes. Quisiera ver quienes van, por qué y con qué humor. Quisiera saber si van a llorar o si solamente van a fingir estar tristes. Quisiera ver quienes se llenan los ojos de lágrimas de pelar cebolla y quiénes están ahí dolidos sin saber cómo van a continuar sus días sin mí. Obviamente no voy a poder hacerlo, así que me lo imagino, cada tanto.''
En general mis obsesiones siempre fueron simples, como las de cualquier adolescente: ser buena en la escuela, recibirme con un buen promedio, intentar no disgustar a mis viejos, seguir la palabra de dios, etc. Pero este chico me estaba mostrando una nueva gama de opciones: había otras cosas de qué preocuparse. Y yo me ocupaba de él, en mi cabeza todas mis neuronas gritaban su nombre. Me estaba enamorando y era una de esas veces que el amor duele. Pensaba todo el día en el: qué estará haciendo? Dónde estará? Con qué estará hablando? Incluso visitaba los lugares dónde sabía que había estado. Tenía ganas de frecuentar su mundo, entonces le preguntaba, él me respondía y yo viajaba.''
Grande Latini!

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